Rusia anunció este miércoles la visita a Bielorrusia de su primer ministro y una próxima reunión entre Vladimir Putin y Alexandre Lukashenko, reforzando su apoyo al presidente bielorruso en medio de una oleada de protestas en su contra.
El primer ministro ruso, Mijáil Mishustin, llegará el jueves a Minsk, en la primera visita de un funcionario ruso de tan alto rango a Bielorrusia desde el inicio de la crisis política, que sacude al país desde hace casi un mes.
Lukashenko, de 66 años, de los cuales ha estado 26 al frente de Bielorrusia, se niega a dialogar con sus opositores, a pesar de las protestas casi diarias – algunas enormes (los domingos en particular)-, que denuncian como fraudulenta su reelección en las presidenciales del 9 de agosto.
Hasta ahora, solamente ha mencionado una vaga idea de una revisión constitucional para responder al descontento popular, enfoque que Moscú considera adecuado en las circunstancias actuales, en tanto continúa la represión.
Al recibir a su homólogo bielorruso, Vladimir Makei, en Moscú, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, indicó este miércoles que Putin recibirá a Lukashenko “en las próximas dos semanas”.
También retomó su tono categórico denunciando intentos de “desestabilizar” a Bielorrusia y “declaraciones destructivas” provenientes de Ucrania, la OTAN y la Unión Europea.
Asimismo, consideró “intolerable” la idea de una mediación extranjera entre el poder y la oposición, excluyendo todo diálogo con ésta.
Makei se congratuló por la actitud “ponderada” de Moscú, que en los primeros días de la crisis expresó un tibio apoyo a Lukashenko.
Rusia ha dado cada vez más señales de apoyo al presidente bielorruso, al tiempo que intensifica sus ataques denunciando un complot occidental en su contra.
Cuando las relaciones ruso-bielorrusas estaban considerablemente tensas en la primavera y el inicio del verano (boreales), Lukashenko acusaba a Moscú de intentar derrocarlo para convertir a su país en un vasallo, e inclusive anexarlo.
Con información de AFP