La gobernadora Jenniffer González Colón anunció que, antes de que finalice mayo, se incorporarán al sistema unos 700 megavatios adicionales en capacidad de generación, una noticia que, si bien es positiva, no elimina las preocupaciones existentes.
Este avance se logra con la entrada en funcionamiento de la unidad 5 de la generatriz Costa Sur en Guayanilla, que aporta 380 megavatios, y que, tras reparaciones y mantenimiento, se espera que opere con una capacidad de 350 megavatios en los próximos días.
Además, se anticipa que la unidad 6 de San Juan y el ciclo combinado de la Central Aguirre en Salinas entren en servicio la próxima semana, sumando otros 350 megavatios. En total, estas unidades aportarán aproximadamente 700 megavatios, acercando la capacidad total a los 3,300 megavatios.
Sin embargo, expertos y autoridades reconocen que esta cifra aún está por debajo de los 4,000 megavatios considerados necesarios para cubrir la demanda pico del verano y evitar los temidos “relevos de carga”.
Antes de estos avances, la capacidad instalada era de unos 2,600 megavatios, y la demanda máxima en verano puede llegar a los 3,200 megavatios. Esto significa que, incluso con los nuevos aportes, la isla todavía opera con un margen muy ajustado, dejando en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico local.
La gobernadora admitió que, aunque estos pasos son alentadores, no resuelven todos los problemas. La generación de energía sigue siendo un reto, y la necesidad de mantener plantas en funcionamiento para reparaciones y mantenimiento limita aún más la capacidad disponible. Además, la dependencia de unidades que deben salir para mantenimiento aumenta la vulnerabilidad del sistema.
Por ello, se están explorando opciones temporales, como la compra de generación adicional, pero aún falta la aprobación de las autoridades regulatorias y la definición de costos. La meta es añadir unos 800 megavatios más, pero el camino aún es incierto y lleno de obstáculos administrativos y financieros.