La icónica isla de Alcatraz podría dejar de ser únicamente una atracción turística si se concreta la propuesta del presidente Donald Trump, quien sugirió reconstruir y reabrir la antigua prisión federal para albergar a “los delincuentes más despiadados y violentos” del país.
A través de una publicación en Truth Social el pasado 4 de mayo, Trump anunció su intención de ordenar a la Oficina de Prisiones, en coordinación con el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, la reapertura de Alcatraz como una instalación de máxima seguridad.
El anuncio fue acompañado por declaraciones públicas en las que el expresidente vinculó la medida con una política de “ley y orden”, haciendo énfasis en el encarcelamiento de criminales peligrosos e inmigrantes indocumentados con antecedentes.
“Cuando éramos una nación más seria, no dudábamos en encerrar a los criminales más peligrosos para proteger a los ciudadanos”, afirmó Trump, añadiendo que Alcatraz serviría como símbolo de esa época.
Reacciones sobre reabrir Alcatraz
La propuesta ha generado reacciones inmediatas debido al valor histórico y turístico de la isla, que recibe cerca de 1,6 millones de visitantes anuales y genera aproximadamente 60 millones de dólares en ingresos para el área del parque nacional Golden Gate. Desde su clausura en 1963 por decisión del entonces fiscal general Robert Kennedy, Alcatraz ha sido designada como Monumento Histórico Nacional y forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos.
No es la primera vez que se considera reutilizar el sitio con fines carcelarios. En 1981, durante el gobierno de Ronald Reagan, se evaluó como una posible ubicación para albergar a miles de inmigrantes cubanos detenidos durante el éxodo del Mariel, pero fue descartado por falta de servicios básicos y por su valor cultural.
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Incluso en su época operativa, Alcatraz tenía limitaciones. Su capacidad máxima era de 336 reclusos, aunque su población habitual no superaba los 300. El alto costo de mantenimiento, debido a su aislamiento y falta de agua dulce, fue una de las razones clave para su cierre.
La familia Trump ya había hecho alusión a la posibilidad de reabrir Alcatraz. En enero de este año, Donald Trump Jr. publicó en la red social X que quizás sería momento de considerar su uso para inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, en respuesta a un debate sobre el centro de detención de Guantánamo.
Hasta ahora, el gobierno federal no ha emitido una respuesta oficial a la propuesta. Cualquier intento de reactivar Alcatraz con fines penitenciarios requeriría una revisión ambiental, legal y patrimonial, dada su condición actual como sitio protegido.